conejoxxx

Tenemos millones de posts estúpidos que nunca leerán.

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cambio de planes!
como banda de estadios que somos,
el toque con masitas de las 14 hs
pasa para las 18 hs... ¡a dos cuadras!...
los esperamos en Rivera y Michigan para,
luego de bailar un poco de funk,
aburrirnos con Agarrate Catalina y Queso Magro...raro no?
todo en el marco de nuestra gira: "toques bizarros tour"
los esperamos!
éxitos!
el sábado 13 de agosto CONEJO
pasa vergüenza en la tarde malvinense,
haciendo su show para damas mayores
en Missouri y Pilcomayo a las 14 hs
los esperamos con masitas secas
gracias.

Reflexiones y reflejos

Debido a la repentina inundación de comentarios, propios y ajenos, que se acumularon en el correr de estos días en nuestro Blog (que explico, ya que algunos no saben, que es una abreviación de WebLog, siendo Log algo así como vitácora, diário, etc., inínglich..), me urge la irrefrenable necesidad de "postear" (otro anglicismo) algo culturalmente comprometido, y literariamente rico, ambas cosas imposibles de lograr mediante mis propios medios.
Pero, yo qué sé, seguro que con la leche de leer y comentar lo que sea, más de uno disfrutará de un post como la gente, y no me voy a quitar el placer de hacerlo ahorita mismo.

Pero la cosa es que iba en el ómnibus, de mañana, rumbo al laburo, mirando por la ventana y... no, no, no se crean que esto es una clásica apología al bajón, o una reflexión auto-compasiva... porque resulta que me encanta mi laburo, lo digo con toda propiedad, y aparte, era un excelente día para ir en ómnibus, mirando por la ventana, porque como estaba nublado, uno puede mirar para afuera perfectamente, sin que el fuckin' reflejo del sol, se interponga en la óptica de uno.
Precisamente, la óptica de uno es tan sensible, tan vulnerable a pequeñas cosas, y mirando a través del bondi, ves muchas cosas por la calle, pero a la vez, si la iluminación y el sueño ayudan, se puede ver la cara de uno reflejada en el vidrio, la expresión dormida, el gesto sorprendido ante la capacidad de haberse despertado de mañana, aún después de una noche como aquella... Es divertido entonces ver esa cara, bailando a través de esquinas, avenidas, comercios, observando como la imagen se funde através de distintos escenarios.
Más divertido aún es, si se quiere, probar a mirarse completamente, esta vez con bondi y todo, en el vidrio de algún local, o el hall de algún apartamento grande, o el ventanal de una casa, y mirar la misma carita pero a lo lejos, y ver que ella también te está mirando, y que aparece en una ventana, y desaparece en una columna o un árbol, pero luego reaparece en la entrada de un cine, o los vidrios polarizados de una camioneta. Es un juego divertido; pruébenlo, prueben a cambiar su posición, variar el ángulo, moverse a la vez que se ven reflejados, y después dense vuelta y contemplen la cara horrorizada del que está sentado al lado suyo. Satisfacción garantizada.
A qué iba con todo esto...

Meditando entonces, me di cuenta de lo relativo de todo (¡buena Einstein!), pero en serio, che, vi lo fácil que era abstraerse un poquito, un cachito, de uno mismo, y ver cómo funcionamos dentro de un sistema, de una especie de hormiguero de hormigón, lleno de hormigas de lata y cartón, y hormiguitas adentro. Es difícil querer ser alguien en el mundo, con tanta copia por ahí; y es que, en el ómnibus sos un pasajero más; para el peatón que espera cruzar, y te ve pasar, sos sólo una cara más en una ventana más de un ómnibus más.
Y aún así, nos consideramos especiales, y creemos en lo especial de nuestra condición, y consideramos también especial a la gente que nos rodea, y con la cual nos relacionamos. Y esta, a su vez, puede considerase especial de relacionarse contigo también.
Entonces claro, me digo: bien, conozco a este guacho que encara, y llamamos al otro que aquél me dijo que tenía ganas, y entonces, ¡zás!, ¿qué hacemo'?, ¡formamos una banda!. ¡Claro!, ¿o es que acaso quedaba otra salida?. No, en absoluto; tratar de ser una estrella de rock, es la carrera universitaria que todos quisiéramos cursar, y vivir de lo que a uno le gusta no es lo que se denominaría normalmente "un laburo".
Bueno, al menos esto es lo que yo pensé durante gran parte de mi vida; y lo sigo pensando por supuesto, pero lo realmente válido más alla de todo esto, es el hecho de juntarse para hacer algo increíble. No importa muy bien qué sea, y no importa mucho cuánto dure, ni que alcance tenga, pero siento que esos proyectos personales o conjuntos que uno emprende son los que de alguna manera nos siguen dando ganas de vivir, y de tomarnos el ómnibus las mañanas. Y no importa la disciplina, no importa el medio, no importa el tipo de expresión, ni la validez artística, o cultural, o social que tome nuestro proyecto. Lo cierto es que todos buscamos hacer de una manera u otra, algo totalmente nuestro, aunque esté compartido por dos, tres o cinco personas más; saber que hay algo en el mundo que existe si y sólo si uno está presente, y pone los medios para ello.

Y el ómnibus es ideal para ello (¿no es verdad, Gutiérrez?); ese tiempo muerto, ese período cuasi-invariable de traslación nos sirve para pensar, para meditar, reflexionar, mirar, observar, oír, leer, (¿dormir?, naaa...), para catalogar la ropa del pasajero contiguo, para medir las expresiones de la gente, para degustar unas galletitas, o mirarle el traste a la que se acaba de subir.
Porque después uno se baja, camina hasta donde tiene que caminar, y lo tienen sentado en la vara todo el puto día, hasta que se acaba y volvés en el mismo ómnibus seguramente, pero con destino cambiado, y llegás a tu casa y te das cuenta que el día está perdido, y tratás de plasmar en ese momento, el mismo sentimiento de atemporalidad que sí disfrutabas arriba del bondi, pero que ahora no está, porque el viaje terminó, porque fuiste vos el que elejiste volver a tu casa, porque estás muerto de cansado, y todavía tenés cosas que hacer, pero entonces te calienta, porque esperaste todo ese tiempo para tener "un tiempo", y ahora ese tiempo, se fué.
Al final mandás todo al carajo, y te vas a tomar una cerveza con alguien, porque eso seguramente es más cálido que compadecerse de uno mismo, y gritar lo mierda que es el sistema, y tirarse a ver tele. Es ese acelere que sufrimos día a día, cuando supuestamente el día acaba, cuando ya no hay nada que hacer, y nos dimos cuenta que desperdiciamos otro día más, porque claro, uno estuvo ocupado y no tuvo tiempo para vivir, y ahora ya hay que echarse a dormir, porque hay que descansar, porque al otro día hay que levantarse lo más fresquito posible para empezar todo de vuelta...
Y es ahí cuando algo nace, una canción, un dibujo, una oración, una frase, anotada en alguna tarjeta, un garabato dibujado en el margen de algun cuaderno que nos hace pensar que en el medio de toda esta farsa, seguimos siendo especiales pese a todo. Y que nos damos cuenta, de que hay cosas que vale la pena hacerlas por el sólo hecho de hacerlas y nada más; porque es lo que nos confirma nuestra única e irrepetible existencia.

Perdonáme, mi amor, si te bajonée durante tanto tiempo con todo este palabrerío; no fue mi intención asustarte, sabés que soy un poco gris. Ojalá en tu viaje puedas darte cuenta de que no es todo tan malo y no todo es tan mentira.
Mientras las nubes y los días nos pasan por encima, yo voy a seguir pensando que el próximo reflejo que vea desde el bondi, vas a ser vos.


"I see your face on a summer's day
But it's only a reflection

On a window far away..."


Luca Prodan
Brighton Past

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aqui va otro post vacío de contenido para que se diviertan mirandose el ombligo,...y tal vez, de yapa, podamos ponernos existencialistas en él...